Un equipo internacional de científicos han realizado nuevos estudios
sobre los restos de una explosión volcánica en Marte, que han revelado que el
pasado del planeta rojo es muy similar al de la Tierra hace miles de millones
de años, con abundancia de agua superficial y una atmósfera relativamente
gruesa.
El estudio destaca que el aire
en Marte es, actualmente, al menos 20 veces menos denso de lo que era hace unos
3,5 millones de años. En aquel entonces, la atmósfera del planeta habría
ayudado a esculpir y dar forma a la superficie marciana, al igual que ocurrió
en la Tierra. Actualmente ambos planetas tienen una atmósfera similar, de
hecho, la atmósfera de Marte es menos de un 1 por ciento más gruesa que la de
la Tierra.
El autor principal del
trabajo, Josef Dufek, ha indicado la importancia de este estudio, ya que, a su
juicio "la presión atmosférica ha desempeñado un papel principal en el
desarrollo de casi todas las características actuales de la superficie de
Marte". Además, ha añadido que "el clima del planeta, el estado
físico del agua en su superficie y el potencial para la vida, están
influenciados por las condiciones atmosféricas".
El nuevo estudio se inspiró en
unos fragmentos de rocas expulsadas a la atmósfera de Marte por una erupción
volcánica, ocurrida hace más de tres millones de años, y que fueron halladas
por el rover Spirit de la NASA en 2007. Gracias a las muestras, los científicos
han podido recoger la información suficiente acerca del tamaño, la profundidad
y las 'huellas' dejadas por las rocas.
El equipo recreó el suceso en
el laboratorio, utilizando granos del mismo tamaño que las rocas observadas y
lanzado partículas de diferente composición a diferentes velocidades que caían
sobre lechos de arena que simulan la superficie marciana.
Los científicos han explicado
que algunos de los lechos de arena estaban secos y otros se humedecieron para
comprobar cuál era el estado de la superficie del planeta cuando se produjo la
explosión. Además, pudieron calcular la velocidad a la que las partículas
golpearon la arena de Marte (144 kilómetros por hora) para provocar las
'huellas' dejadas.
Ya con estos datos, los
investigadores determinaron que, para que una roca pueda alcanzar tales
velocidades a través de la atmósfera de Marte, el aire tendría que ser por lo
menos 20 veces más denso que lo que es hoy.
"El estudio es
consistente con las teorías que señalan que Marte era un mundo acuoso y con una
atmósfera mucho más densa de la que se ve hoy", ha señalado Dufek, quien
ha indicado que "pruebas futuras de otras muestras" podrán seguir
dando nuevos datos y confirmando los ahora obtenidos y que han sido publicados
en 'Geophysical Research Letters'.
Fuente: europapress.es
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