Si hay un monumento en la Tierra que ha
levantado la admiración de cuántas civilizaciones lo han
contemplado, este es, sin duda, la Gran Pirámide de Guiza, la única
de las siete maravillas de la antigüedad que todavía se alza
majestuosa a pesar de los contratiempos que ha sufrido a lo largo de
los milenios. Por ejemplo, ha perdido su revestimiento original e
incluso el vértice que la culminaba. El arquitecto catalán Miquel
Pérez-Sánchez ha puesto fin a estos agravios reconstruyendo
informáticamente la que fuera la última morada del faraón Keops.
Pero su tesis doctoral va mucho más allá de recuperar la forma
original del monumento, también desarrolla una serie de teorías
cuanto menos, sorprendentes...
-Se han hecho varias recreaciones en 3D
de la Pirámide de Keops. ¿Qué aporta la suya?
-Hasta ahora se han hecho recreaciones
ideales y esta es una recreación en su medida exacta. Y puedo decir
que es exacta porque la propia pirámide certifica la reconstrucción.
-¿Cómo?
-A través de las leyes matemáticas.
La primera confirmación fue que la superficie de la pirámide es
100.000 veces el número Pi en la unidad de medida que ellos
utilizaban, el codo real. Eso significa que avanzaron en 3.000 años
la definición del número Pi, y en una exactitud de seis decimales,
cosa que no se consigue hasta el 500 d. C. en China. Y la Gran
Pirámide es del 2.500 a.C. Quise analizar a fondo todas sus medidas
por si aportaban datos científicos.
-¿Y los aportan?
-Sí, y muchos. Es una pirámide muy
singular porque empieza por tener un zócalo que da su unidad de
medida, el codo real: 0,5236 metros.
-Era la medida habitual en las obras
faraónicas…
-Efectivamente, pero es la única
pirámide con zócalo y de un codo real. Otra peculiaridad: Las
cuatro caras que definen la pirámide no son lisas. Su eje está un
poco introducido para dentro, de tal manera que las apotemas están
hundidas. No tiene cuatro caras triangulares, sino ocho semicaras
triangulares, aunque las apotemas rehundidas presentaban un problema
geométrico.
Miquel Pérez-Sánchez. |
-¿Cuál?
-Hasta ahora se había definido que la
base tenía 440 codos reales y la altura 280 más uno del zócalo.
Estos 281 codos están proporcionados con la distancia del Sol en el
perihelio, es decir, en el momento en que está más cercano a la
Tierra. Mide 147,134 metros y la distancia al Sol en el perihelio es
poco más de 147 millones de kilómetros. Multiplica la altura de la
pirámide por 1.000 millones y…
-…llegamos al Sol. ¿No puede ser una
casualidad?
-Podría serlo, pero curiosamente eso
ya se sabía en la mitología asociada a la pirámide, la voz que nos
llega del pasado.
-¿Qué más dice esa voz?
-En la reconstrucción, como que los
ejes de las caras están ligeramente rehundidos, se producía una
contradicción con las medidas hasta ahora aceptadas. La hilada de
recubrimiento que ha quedado en la cara norte nos da con mucha
aproximación la inclinación que tenía. Si la aplicamos, no
llegamos arriba, nos quedamos cortos, no llegamos a la altura de 280
codos más uno. Eso me hizo pensar que quizás faltaba en la pirámide
una coronación.
-El piramidón, ¿no?
-Sí, pero es que hasta ahora eran
piramidales, por lo que hubiera tenido la misma inclinación y no se
resolvía el problema de la falta de altura. Lo que estaría
coronando la pirámide tenía que ser algo distinto, algo
sobrepuesto. Pensando que las aristas de las pirámides representan
los rayos pétreos del Sol, pensé que tal vez lo que había arriba
era un símbolo del Sol, una forma esférica, una esfera.
-¿Lo ha podido verificar?
-Como en el vértice de la pirámide
había una relación con el número e, la base de los logaritmos
neperianos, pensé que el diámetro de la esfera podría ser e. Hice
la simulación y me di cuenta de que el perímetro en codos reales de
la plataforma que trunca la pirámide en su parte superior era el
número Pi. Eso me confirmó la hipótesis de trabajo. Además, la
altura del vértice me salía muy próxima al cociente de dividir un
millón por 3.600. Para los egipcios, el millón era el número del
infinito, y 3.600 son los segundos de una hora y un grado. Podría
representar lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño.
-Vaya.
-Era una hipótesis de trabajo, pero no
tuve la certeza hasta que medí la dimensión del monumento, y
resultó ser 100.000 veces el número Pi. Eso ya me dio la pista de
que íbamos por el buen camino y que la reconstrucción estaba
realizada, pero el monumento me ofreció otra comprobación.
-¿Cuál?
-La suma en codos reales de la
superficie, el volumen y el perímetro de la Gran Pirámide nos da un
múltiplo de 888. Por otra parte, extrañamente, el monumento parecía
tener medidas en metros, lo que es difícilmente explicable. Se me
ocurrió hacer la transformación de codos reales a metros a través
del número Phi, la proporción áurea, lo que permite una
transformación absolutamente exacta entre ambas unidades. Y la suma
de la superficie, el volumen y el perímetro en metros lo confirmó
al repetir la ley del 888.
-¿Y qué simboliza el 888? Suerte que
no es el 666…
-El análisis del 888 nos lleva
seguramente a entender que lo del 666 es un mito, como tantas cosas
que nos llegan de la antigüedad. No he encontrado a nadie que me
sepa explicar esta ley a nivel matemático. El dios único se oculta
tras el 888. Es un tema complejo y apasionante. Utilizaron el 888
como confirmación del espacio y el tiempo del monumento.
-¿El tiempo?
-La Gran Pirámide tiene cuatro canales
estelares que salen dos en dirección al norte y dos en dirección al
sur de la Cámara del Rey y de la Cámara de la Reina. Dos
alineaciones de Marte con los canales estelares del sur han permitido
fijar con total exactitud las fechas inicial y final de la Gran
Pirámide. Dentro del reinado de Keops vemos, a tres años del
inicio, una alineación de Marte con uno de los canales, y unos tres
años antes del final del reinado, se produce la otra. Las
conclusiones nacen cuando ves que la distancia temporal que hay entre
una y otra es de 6.216 días, y esto es 7 veces 888.
-¿Las alineaciones no podrían señalar
otras cosas que no fueran el inicio y final de la construcción?
-No estábamos allí para
fotografiarlo, pero ¿qué dirías que podrían indicar si no?
-Por ejemplo, el nacimiento de Keops.
-Eso podría ser si estuviéramos ante
un monumento funerario, pero tiene una trascendencia muy superior.
-¿Cuál?
-Si te digo que este monumento
conmemora el milenario de un gran cataclismo, ¿qué me dirás? La
fecha inaugural son 1.000 años astronómicos de 365,25 días y la
del inicio, 983 años solares, de 365,2422 días. Plutarco dice que
la muerte de Osiris, que los egipcios celebraban con cuatro días de
duelo, se produjo el 17 de athyr, y nos sitúa la posición del Sol
en las constelaciones y nos describe la fase en que se halla la Luna.
Con un avanzado programa informático de astronomía vi que unas de
las fechas en las que se cumplían los datos de Plutarco, era
exactamente 1.000 años antes del día señalado por el canal que
fijaba el final de las obras.
-¿Y qué pudo haber pasado 1.000 años
antes de la construcción?
-Muy probablemente se trate del llamado
diluvio universal. La mitología del génesis egipcio es diluvial. Y
en un templo se explica que el saber de Egipto proviene de siete
sabios originarios de una tierra en la que todos sus habitantes
murieron por una inundación repentina. Este tema ligaría con el
mito de Osiris, un semidios extranjero que trajo la agricultura y que
fue el primer faraón en unificar el Alto y el Bajo Egipto.
-¿Pero ese no fue el rey Escorpión?
-Son mitos paralelos, en algunos
momentos puede fundirse entre ellos, aunque el mito de Osiris sea
anterior.
-En el año 3.500 a.C. estamos en el
período de Naqada II, en el pleno predinástico egipcio, y no se han
encontrado evidencias de diluvios…
-Puede ser, pero no está claro que el
diluvio fuera universal. Desde el punto de vista arqueológico no se
han encontrado restos de un diluvio que lo cubriera todo.
-¿La teoría es que Osiris era una
persona de otra civilización coetánea con el período de Naqada?
-Efectivamente. Y una persona o la
personificación de un pueblo.
-¿Y qué es la pirámide de Keops?
-El monumento conmemorativo de una gran
destrucción, del diluvio universal, de su milenario. El padre de
Keops, Snefru, construyó tres pirámides. La primera, la de Meidum,
inicialmente era una pirámide escalonada, y al final de su reinado,
después de haber construido dos pirámides en Dashur, la recubrieron
con la misma inclinación que la Gran Pirámide: 51,84º. Parece,
pues, como que estuvieran ensayando para conseguir la pirámide
perfecta, como si tuvieran una cita con la historia.
-Vaya.
-El nombre oficial del monumento es El
Horizonte de Keops. Cuando calculas el círculo del horizonte visible
a partir de la curvatura de la Tierra desde la esfera que lo corona
—que simbolizaría el Ojo de Horus o Udyat—, su radio es 43.200,
en metros, un número que corresponde a los segundos de 12 horas. Y
su diámetro, 86.400, los segundos de un día. La pirámide está
ligada al 432 por varios elementos. Según nuestro estudio, el
monumento tiene 99 hiladas. Si calculas la longitud de estas hiladas,
¿sabes qué te da en codos reales?
-¿888?
-No. 86.400.
-Los segundos del día.
-Sí. La esfera de coronación
representa el Sol, por lógica simbólica. La suma de las
inclinaciones de cada apotema es 432 por 432 segundos de arco, lo que
multiplicado por las cuatro apotemas, da 864 por 864. Por tanto, el
número solar está al menos repetido tres veces: en la inclinación,
en la medida de las hileras y en el diámetro del Horizonte de Keops.
-¿Por qué las otras pirámides no se
hicieron siguiendo estas medidas?
-Porque hablamos de una pirámide
simbólica, una especie de enciclopedia pétrea que pretendía fundir
el saber del pasado. El conocimiento que se encuentra en la Gran
Pirámide es enciclopédico.
-¿Qué nos enseña esta enciclopedia?
-Que conocían el número Pi, el Phi,
el e, el plástico… Tenían conocimientos en matemáticas que
nosotros no hemos alcanzado hasta el siglo XX, como es el caso del
número plástico. En Astronomía conocían la precesión, las
distancias de las estrellas… En geodesia, se sabían la Tierra de
memoria, que era redonda, y algo excepcionalmente sorprendente: Puedo
demostrar que tenían referenciada la Gran Pirámide respecto a un
sistema de coordenadas geográficas, algo que nosotros no hicimos
hasta el siglo XIX. El desconcierto es total. Hablamos de una
civilización científica avanzada en el 2.500 a.C.
-¿Qué dicen los egiptólogos de su
teoría?
-Estamos empezando a hablar. Los
descubrimientos realizados no hubieran sido posibles sin 200 años de
investigación egiptológica sobre el Antiguo Egipto, sin los
ordenadores que permiten utilizar hojas de cálculo y sin los
programas astronómicos que reconstruyen el cielo del pasado. Esta
investigación es deudora de su tiempo, pero no resuelve todos los
enigmas de la Gran Pirámide, al revés, abre enigmas nuevos.
-¿Cómo cuáles?
-¿Cómo lo hicieron, utilizando los
números, ni que sea como unidades abstractas, para introducir tal
cantidad de información matemática, geométrica, astronómica y
geodésica en el monumento? La capacidad combinatoria es
desconcertante. Hay tantas interrelaciones que es imposible pensar
que sean fruto de la casualidad.
-Y yo que pensaba que el misterio de la
Gran Pirámide estaba en su interior…
- El interior sigue siendo un misterio.
Fuente: lavanguardia.com
La pirámide de la foto no es la de La Gran Pirámide de Keops, es la de Kefren.
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