El mundo está lleno de misterios que
nunca comprenderemos pero que son irresistibles. Desde los gigantes
de piedra de Isla de Pascua al territorio del misterioso Yeti o a las
líneas de Nazca, este es un viaje por algunos de los lugares más
indescifrables del planeta, entre posibles extraterrestres y
enigmáticas civilizaciones del pasado...
A continuación el ranking consignado
por El País:
1. Las huellas del Yeti
HIMALAYA, NEPAL
A lo largo de la historia ha recibido
muchos nombres pero en cualquier parte del mundo podemos encontrar
historias sobre una criatura parecida a un gran simio humano.
Concretamente la leyenda del Yeti
procede del Himalaya y llegó a Occidente a principios del siglo XX.
El máximo interés se despertó en la década de 1950, a medida que
se conquistaban las montañas del Himalaya.
Las fotografías de unas supuestas
huellas tomadas por Eric Shipton en 1951 avivaron el interés, y
Edmund Hillary y Tenzing Norgay también aseguraron haber encontrado
pisadas de gran tamaño en su ascensión al Everest en 1953.
La región de Rolwaling parece ser el
corazón de las apariciones, seguida de cerca por la de Khumbu.
Un cartel en el monasterio de Khumjung
esboza los distintos tipos de yeti: el dre-ma y el tel-ma, parecidos
al mono, son mensajeros de la calamidad, mientrás que el chu-ti anda
a cuatro patas y caza cabras, ovejas y yaks. El peor de todos es el
mi-te, devorador de hombres y con muy mal genio. El viajero está
avisado.
El museo International Mountain Museum,
en la ciudad nepalí de Pokhara, posee una exposición sobre esta
curiosa criatura.
2. Los guardianes gigantes del Pacífico
ISLA DE PASCUA, CHILE
Para estar situada en
medio de un gran océano, la Isla de Pascua causó una gran impresión
en la psicología viajera.
Las imágenes de sus moais de piedra
son famosas en todo el mundo, pero lo que aún no se sabe es cómo y
por qué se alzan en su costa. Si la tarea de transportar estas
cabezas de 85 toneladas (cada una) desde la cantera de Rano Raraku,
en el interior de la isla, donde se tallaron, intimida incluso hoy,
podemos imaginar lo que suponía en siglos anteriores.
La pregunta es siempre la misma: ¿Cómo
se las arreglaron los habitantes de una de las comunidades más
aisladas del mundo para levantar semejantes moles de piedra? Sigue
siendo un misterio.
Para ver una buena hilera de estatuas,
es preciso dirigirse a Ahu Tongariki, con 15 moáis. Cuando el sol se
asoma en el horizonte, las figuras adquieren un profundo e
impresionante resplandor dorado.
Sin embargo, el "semillero"
está en Rano Raraku, un volcán extinto que era la cantera de roca
volcánica donde se tallaban los moais. Se puede pasar entre
estatuas inacabadas en distintas fases de elaboración, en la ladera
sur del volcán.
3. ¿Campesinos extraterrestres?
LOS CÍRCULOS DE AVEBURY, REINO UNIDO
Los llamados "crop circles" o
círculos en las cosechas son uno de los fenómenos más extraños
del planeta. Hayan sido creados por lugareños, por fenómenos
climáticos o por extraterrestres de mentes geométricas, estos
círculos resultan intrigantes desde que comenzaron a aparecer a
finales de la década de 1970.
Estos "patrones" tienen su
hogar espiritual en la población de Avebury (Wiltshire), que
casualmente también es famosa por sus círculos de piedras de más
de 5000 años de antigüedad, declarados Patrimonio de la Humanidad e
igualmente misteriosos, que se atribuyen a los druidas.
Por su enorme tamaño, se cree que era
el lugar sagrado más importante de toda gran Bretaña o tal vez de
todo el continente.
Para experimentar encuentros
"extraterrestres" en medio de la cebada, varias empresas
ofrecen circuitos. También se puede conocer a los "croppies"
(cosechadores) en su taberna preferida, la Barge Inn, en la población
de Honeystreet.
Avebury está ubicado a 130 kilómetros
al oeste de Londres; llegan al lugar micros desde las poblaciones
cercanas de Salisbury, Swindon y Devizes.
4. La Atlántida japonesa
YONAGUNI-JIMA, JAPÓN
La isla habitada más occidental de
Japón entró en el mapa de los misterios a mediados de la década de
1980, cuando unos buceadores descubrieron una especie de ruinas
submarinas, con rocas que mostraban superficies lisas, líneas y
ángulos rectos.
La conclusión fue que eran obra del
ser humano: la Atlántida japonesa. Hoy, el debate continúa sobre si
las rocas forman parte de una estructura humana antigua o se trata de
una formación natural "tipo Lego".
Sea como fuere, Yonaguni se convirtió
en uno de los mejores destinos submarinistas de Japón.
Hay disponibles vuelos a Yonaguni-jima
desde Naha, además de dos ferries por semana desde la isla de
Ishigaki.
5. Misterios sólo a vista de pájaro
LÍNEAS DE NAZCA, PERÚ
Es la clase de yacimiento arqueológico
que nadie podría inventar. Colibríes, monos, arañas y otras
figuras gigantes, todo grabado hace 2000 años en el desierto
peruano.
Pero lo más misterioso es que no
pueden verse desde el suelo. ¿Obra de extraterrestres? ¿Trazos de
aeronautas prehistóricos? ¿Un inmenso mapa astronómico? Ninguna
explicación sobre estos gigantescos petroglifos del sur de Perú
coincide.
Su misterio atrajo a visitantes desde
la década de 1940, cuando la arqueóloga alemana María Reiche
comenzó a estudiarlas. Dedicó a ello la mitad de su vida, pero ni
Reiche ni ningún arqueólogo posterior consiguió descifrar este
conjunto de 800 geoglifos, formas, líneas rectas y dibujos en la
llanura.
A nivel del suelo, la zona tiene el
aspecto de un tramo anodino de tierra rojiza. Pero, cuando una
avioneta alza el vuelo, las enormes figuras de una ballena, un cóndor
y un pelícano se despliegan ante los ojos de los pasajeros. Hay
varios museos en Nazca que intentan ofrecer alguna información sobre
el tema (Museo María Reiche, Planetario María Reiche y Museo
Didáctico Antonini).
Las líneas están en el desierto, 20
kilómetro al norte de Nazca y hay que verlas desde el aire (aunque
hay un mirador en la Carretera Panamericana Sur que ofrece una vista
oblicua de algunas figuras).
Los vuelos sobre las Líneas de Nazca
despegan desde Nazca. Para llegar allí hay muchos circuitos
organizados, pero también hay micros a dicha población desde Lima y
Arequipa.
6. Ceremonias y sacrificios entre
monolitos
STONEHENGE, REINO UNIDO
Es sin duda uno de los yacimientos
prehistóricos más relevantes. El venerable anillo de piedras
monolíticas de Stonhenge lleva 5000 años atrayendo a peregrinos,
poetas y filósofos.
Se trata de un lugar místico y etéreo,
un evocador eco del pasado olvidado de Gran Bretaña, recordatorio de
una civilización perdida que recorrió las numerosas avenidas
ceremoniales que surcaban la llanura de Salisbury.
Aunque son innumerables las teorías
sobre su función (desde centro de sacrificio a reloj celestial), la
verdad es que nadie sabe a ciencia cierta qué llevó a aquella gente
a emplear tanto tiempo y esfuerzo en su construcción.
Stonehenge está a 17 km de la ciudad
de Salisbury; el colectivo número 3 lleva hasta él desde la
estación de Salisbury.
7. El misterio del solsticio de
invierno
NEWGRANGE, IRLANDA
Desde la superficie, Newgrange es solo
un túmulo aplastado de unos 80 metros de diámetro y 13 metros de
alto. Pero dentro alberga uno de los yacimientos prehistóricos más
extraordinarios de Europa, de hacia el 3200 a.C. (unos seis siglos
anterior a las pirámides egipcias) la mayor tumba de corredor de la
Edad de Piedra en Irlanda.
Está en el Condado de Meath, el
llamado "Reino Medio", al norte de Dublín. El propósito
del túmulo de Newgrange sigue siendo desconocido. Hay quien apunta
que podría ser un cementerio de reyes o un lugar para celebrar
rituales, pero el alineamiento con el sol durante el solsticio de
invierno sugiere una función de calendario.
A las 8:20 en punto del solsticio de
invierno (19-23 de diciembre), los rayos del sol naciente iluminan la
hendidura que hay sobre la entrada, avanzan lentamente a través del
largo pasillo e inundan de luz la cámara funeraria durante 17
minutos.
Con cada grupo que visita el montículo
se simula un amanecer. Para visitar Newgrange durante el solsticio de
invierno hay que participar en un sorteo que se celebra el 30 de
septiembre. Más detalles en www.newgrange.com/solstice-lottery.htm.
8. La guarida de los extraterrestres
ROSWELL, NUEVO MÉXICO, EE.UU.
En 1947, en un rancho cercano a la
población de Roswell, algo chocó contra la tierra. Nadie le habría
dado mayor importancia si los militares no hubieran puesto tanto
empeño en silenciar el hecho, lo que, para algunos, dejaba claro el
asunto: los extraterrestres habían llegado.
Desde entonces, la curiosidad
internacional y la ingenuidad local transformaron a Roswell en una
guarida de extraterrestres. Unas bulbosas cabezas blancas brillan
sobre las farolas del centro, y en julio se celebra un festival UFO
con un desfile de disfraces de extraterrestres, discursos de
invitados y conciertos. También está el International UFO Museum y
el Research Center, de visita obligada para crédulos y
coleccionistas de lo kitsch.
9. Nessie, un monstruo muy familiar
LAGO NESS, ESCOCIA
En principio es sólo un lago grande
cerca de la cabecera de las Highlands escocesas, pero, en cuanto a
historias y leyendas, podría tratarse de un océano.
Como es bien sabido, se cuenta que el
Loch Ness es el hogar de un "monstruo", conocido
cariñosamente como Nessie, una criatura con aspecto de dinosaurio
que aparece estelarmente de tarde en tarde.
Las historias de una criatura acuática
llevaban siglos circulando, pero en 1934 la fotografía de un largo
cuello y una cabeza renovó el interés por Nessie. Desde entonces,
el lago no deja de atraer a los visitantes de todo el mundo.
Loch Ness se extiende entre Inverness y
Fort Augustus y el circuito completo alrededor del lago abarca unos
112 kilómetros.
La ciudad de Inverness, situada al
norte del lago, es la mejor base para visitar al monstruo.
Drumnadrochit es la población cercana
al lago, donde la locura por Nessie invade todas sus calles en forma
de tiendas de regalos repletas de peluches, y dos centros de
exposición sobre el tema.
Hay cruceros de una hora para buscar al
monstruo y cámaras subacuáticas, que zarpan de Drumnadrochit cada
hora, todos los días de 9 a 18 horas.
10. De turismo con los alienígenas
ÁREA 51, NEVADA, EE.UU.
Imán para los extraterrestres y sus
cazadores, se supone que esta base militar, parte de la Nellis Air
Force Base, fue desde los cincuenta una zona de confinamiento para
los ovnis capturados, incluidos los alienígenas de Roswell.
Tan extendida estaba esta creencia que
la ruta de acceso, la Highway 375 se conoce como la Extraterrestrial
Highway. Sin embargo, a mediados de julio de 2013, la CIA, que
siempre había negado su existencia, reconoció que el Área 51 no
solo existe, sino que se creó en plena Guerra Fría para desarrollar
aviones espía.
Sin embargo, la desclasificación de
los documentos secretos de la central de inteligencia no hicieron
desistir a los amantes del misterio.
Fuente: iprofesional.com
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