George Adamski (Izquierda). |
El estadounidense George Adamski, se
consideró como el primer hombre que aceptaba haber tenido su primer
avistamiento en el año de 1946, y por supuesto fue publicado como el
primer contacto entre un hombre y un extraterrestre.
El encuentro aparentemente ocurrió la
tarde del jueves 20 de noviembre de 1946, aproximadamente a 16
kilómetros del desierto de Arizona.
El encuentro también fue presenciado
por dos familias más, los Williamsons y los Baileys. Dichas familias
reportaron a la prensa de aquella época que habían sido testigos
del hecho aproximadamente a una distancia de un kilómetro.
Adamski estaba observando y
fotografiando un platillo volador de aproximadamente 11 metros de
diámetro cuando notaron que un hombre se acercaba a él. El hombre
media aproximadamente 1.67 mts. de altura y se veía de aspecto
joven.
Adamski posteriormente dio mayores
datos sobre su interlocutor diciendo que tenía una hilera perfecta
de dientes blancos, y ojos verdes que inspiraban tranquilidad,
cabello rubio y largo hasta los hombros y usaba un traje de una sola
pieza y calzaba unas suaves sandalias.
Recuerda Adamski que ambos usaron un
lenguaje de telepatía para comunicarse y fue así como supo que el
extraño ser procedía de Venus. En aquellos días en que él dio a
conocer su historia se manejó que el planeta Venus era similar a la
Tierra y que ahí se producía una raza idéntica a la de nuestro
planeta, pero tiempo después otros análisis indicaron que, debido a
la conformación atmosférica del planeta Venus, ningún ser podría
vivir ahí confortablemente.
El extraterrestre –quien dijo
llamarse Orthom – aparentemente creía en Dios, sentía que él y
su gente seguía un devoto patrón muy parecido al de nosotros en
cuanto a religión y se preocupaban por todo lo que concernía a
nuestro planeta incluyendo los problemas de radiación atómica.
El contacto fue el primero de muchos
otros; durante su primer encuentro le dio a su amigo extraterrestre
un rollo sin usar, mismo que en el segundo encuentro fue entregado
por este a Adamski cubierto con indescifrables jeroglíficos.
En 1965 Adamski y Madeleine Rodeffer
filmaron en película de 8 milímetros el platillo volador de
procedencia marciana en Maryland USA cuya autenticidad hasta estos
días ha sido cuestionada por expertos, no sin considerar que pocas
fotografías han sido reales como las que tomó en esa época
Adamski.
El mismo Adamski sabía que sus
experiencias eran controvertidas, y alguna vez admitió que “para
los pensadores superficiales la conclusión puede ser que tuve un
sueño muy original o que inventé todo eso para hacerme rico a
través de la ciencia-ficción. Puedo asegurarles a muchas personas
que nada es más fuerte que la verdad”, dijo.
Y aun cuando durante muchos años,
sobre todo en Estados Unidos, se cuestionaba la autenticidad de
Adamski, la enciclopedia titulada “UFOS” (OVNIS) escrita por
Spencer le otorga un lugar sobresaliente, de primera página en la
edición del año de 1992, dejando un poco al público la última
opinión. Sin embargo, expertos en el asunto dicen que algo muy
importante debió haber ocurrido a George Adamski, ya que sus restos
descansan en el cementerio de Arlington, lugar donde sólo reposan
los restos de los héroes norteamericanos.
Por cierto en la década de los
setentas, Adamsky visitó en dos ocasiones las ruinas de Chichen Itzá
en busca de evidencias de OVNIS, aunque en ese entonces su visita no
causó tanto revuelo.
Fuente: sipse.com
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