Valeria Lukyanova es una modelo
ucraniana que se sometió a numerosos procedimientos de cirugía
plástica para parecerse a Barbie, la icónica muñeca con la que
juegan millones de niñas en el mundo y que se ha convertido en el
paradigma de la belleza occidental. La belleza plástica, sello
Mattel, de esta joven de 23 años ha hecho que sea objeto del morbo
mediático. Pero si de por sí la historia era llamativa –una chica
que decidió, según controversial información, pagar 800 mil
dólares para parecerse a una muñeca que todos conocen y así
lanzarse a la fama–, ahora nos enteramos que Lukyanova además de
tener una belleza casi extratererstre también sostiene tener
conversaciones con seres de las estrellas y cotidianamente realizar
viajes astrales.
La también conocida como “Barbie de
la Vida Real”, protagoniza un nuevo documentar de Vice, llamado
Space Barbie, en el que la modelo ucraniana habla sobre su labor como
maestra espiritual y el choque que a veces genera la frivolización
de la apariencia con sus enseñanzas en la mente de algunas personas.
El sitio The Daily Beast publica una
entrevista con esta Barbie Telepática. Ahí Lukyanova revela que
tiene extensa experiencia viajando por las dimensiones sutiles de la
realidad, en su cuerpo astral.”Puedo viajar por todo el mundo,
pasado y futuro. Y compartó mis ideas sobre la dieta con las
personas”. Su doctrina mezcla consejos cosméticos con sabiduría
cósmica, magia y maquillaje. Por ejemplo comer pequeñas porciones
de vegetales y hierbas permite tener mejor energía y emociones más
puras.
Sobre su comunicación con
extraterrestres, la cual aparece en su próximo libro: “Es todo el
tiempo. Pero no me comunico verbalmente –hablamos en el lenguaje de
la luz. He aprendido de ellos. Ahora sé que mi espíritu es muy
viejo. Y también que los humanos son la civilización menos
sofisticada –estamos en el nivel más bajo de la evolución. Los
extraterrestres me han ayudado ha entender todo sobre la creación de
nuestro mundo. Y sucede que la verdad no tiene mucho que ver con cómo
las religiones la han interpretado.
Esta falta de evolución la motiva a no
quere tener un hijo en este planeta –ya que su espíritu sabe que
no es “humana” y pertenece a las estrellas. Información que abre
otro misterio, la negativa de Lukyanova a revelar el nombre de su
esposo, quien podría ser según se especula en la entrevista, de
otro planeta.
Fuente: informe21.com
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