El autor de los libros que vinculan el origen de los humanos a los visitantes del planeta Nibiru (Planeta X o Hercólubus), Zecharia Sitchin, murió hace algunas semanas según informa su propio sitio web, sitchin.com.
En un breve comunicado, aparece el siguiente mensaje: “Lamentamos informarle de que Zecharia Sitchin falleció en la mañana del 9 de octubre. Un pequeño y privado funeral familiar se celebró al día siguiente”. Pese a este aviso tardío, varios medios de comunicación de todo el mundo dieron a conocer hoy esta noticia.
Nacido el 11 de julio 1920 en Baku (Azerbayán), este investigador norteamericano ha sido conocido por sus libros donde atribuye la creación de la antigua cultura sumeria a los Anunnaki; una raza de extraterrestres de un planeta llamado Nibiru más allá de Neptuno. Él sostenía que este planeta hipotético estaba en una órbita elíptica alargada, en torno a nuestro propio sol, afirmando que la mitología sumeria refleja este punto de vista.
Por esta teoría, Sitchin ha sido ridiculizado por científicos, historiadores y arqueólogos, quienes categorizan su trabajo como pseudohistoria y pseudociencia.
De acuerdo con la interpretación que Sitchin le dio a la iconografía y simbología de los sumerios (los primeros habitantes de Mesopotamia), el mencionado planeta pasa por el sistema solar interior aproximadamente cada 3.600 años. Nibiru, chocó catastróficamente con otro planeta llamado Tiamat, situado entre Marte y Júpiter. Esta colisión supuestamente formó el planeta Tierra, el cinturón de asteroides y los cometas.
Los antiguos “dioses”
Según Sitchin, Nibiru (llamado "el duodécimo planeta", según la mitología sumeria que cuenta en el Sistema Solar a los ocho planetas, más Plutón, el Sol y la Luna) era el hogar de una raza extraterrestre humana (Annunaki) que poseía una tecnología avanzada, y fueron denominados en el Génesis de la Biblia como “Nefilim”. Estos seres llegaron por primera vez a la Tierra hace 450.000 años, buscando oro para pulverizarlo y colocarlo en su atmósfera. A través de ese método, reflejarían mejor los rayos provenientes tanto del Sol como de la otra estrella por la cual pasaban cada cierto tiempo y aumentarían la temperatura de su gélido mundo.
El oro fue explotado ampliamente por ellos mismos en África y desde allí lo transportaban al planeta Nibiru. No obstante, y tras varias revueltas de los propios mineros que no querían hacer más ese trabajo, recurrieron a sus científicos para solucionar ese problema.
Sitchin creía que los Anunnaki, modificaron genéticamente a los “homo erectus” y los convirtieron en los “homo sapiens” (nosotros) para que fueran sus esclavos en sus minas de oro. Sitchin afirmaba, en su informe de las inscripciones antiguas, que la civilización sumeria se creó bajo la dirección de estos "dioses", y se fundó la realeza humana para que fueran los intermediarios entre ellos y la humanidad terrícola.
Sitchin aseguró además, que alrededor del año 2000 AC, diferentes facciones de los extraterrestres se enfrentaron en una guerra nuclear que destruyó la ciudad de Ur. Según él, éste y otros episodios como los que afectaron a Sodoma y Gomorra, coinciden con muchos textos bíblicos, y que los textos bíblicos son originarios de los escritos sumerios.
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