A continuación, presento un extracto
de una columna de opinión que publiqué en el periódico electrónico
Casablanca Hoy, pero aprovecho de darla a conocer por este medio:
¿Qué tiene de especial el símbolo de un ojo dentro de un triángulo? La respuesta es variable desde el punto de vista en que se mire. Por ejemplo, en la cultura popular reciente, se cree que es el símbolo que representa a la logia masónica “Illuminati”. Gracias a la película “Ángeles y Demonios”, basada en una novela de Dan Brown, y a las conspiraciones presentadas por el publicista Juan Andrés Salfate en la televisión abierta, mucha gente piensa que dicha organización es una poderosa secta que controlaría al mundo en las sombras...
La mencionada representación, sería
una mera muestra del poder global que tendrían las distintas logias
masonas. Es por ello que se puede ver en el billete de 1 dólar, en
innumerables películas y en el logo de importantes empresas como
Toyota, Delta, la cadena CBS, entre otros.
Por otro lado, “El Ojo que todo lo
ve” está presente en una cantidad importante de iglesias
cristianas a lo largo del mundo. ¿Cómo es posible? Para el
Catolicismo, representa a la vigilancia de Dios sobre la Humanidad y
se le llama “Ojo de la Providencia”. No obstante, para algunos
esto es una clara manifestación del control que ejercerían los
Illuminati sobre las religiones.
Lo anterior se debería a que este
símbolo es anterior al Cristianismo. De hecho, proviene del Antiguo
Egipto donde se le conocía como “Ojo de Horus”. Horus era un
dios con cabeza de halcón, el cual perdió un ojo en una batalla
cuando quiso vengar la muerte de su padre, Osiris, a manos de su tío
Seth. Cuando el dios Thoth se lo compuso, decidió ofrendárselo a su
padre resucitado y en desmedro, se cubrió con una serpiente. Desde
entonces, ese reptil fue el emblema de los faraones. Mas allá de
este relato mitológico, el Ojo de Horus se transformó en el
principal símbolo de las escuelas de misterios de los egipcios,
cuyos conocimientos habrían sobrevivido en el tiempo gracias al
secretismo de diversos grupos como los templarios y los propios
masones.
Los conspiracionistas modernos aseguran
que dicha sabiduría antigua procede de visitantes extraterrestres
que se hicieron pasar por dioses y que habían engendrado a los
hombres y les habrían enseñado a cómo desarrollar una civilización
a cambio de sumisión demostrable a través de sacrificios. Como
tales, nunca tuvieron fines benévolos y sus enfrentamientos entre sí
se dieron sólo para resguardar sus intereses personales. Lo de la
serpiente, sería un claro ejemplo que su naturaleza es “reptiliana”
(alienígenas humanoides semejantes a los reptiles). A los
reptilianos se les conoce, dentro de los círculos ufológicos, como
los más despiadados guerreros de la Galaxia, incapaces de sentir
afecto por los demás y sumamente recelosos de mantener su línea
sanguínea.
Como falsos dioses, se mezclaron con
bellas mujeres y engendraron a los reyes que gobernaron en su nombre.
Estas familias reales se mantuvieron gobernando por generaciones y
generaciones hasta nuestros días. De ahí que nunca les agradara la
idea que los jóvenes príncipes eligieran novias plebeyas…
Para quienes piensan que el “Ojo que
todo lo ve”, es un símbolo negativo, se basan en que esos
reptilianos fueron denominados en los tiempos bíblicos como
“demonios”, a falta de un nombre preciso para aquel entonces,
pues no se conocía el término “extraterrestre”. Los Illuminati
no serían más que adoradores de serpientes (de aliens reptilianos)
y por ello, seguirían ofreciéndoles sacrificios a estos seres que,
más que alimentarse de carne, se nutrirían de energía vital
humana. De ahí que, películas como las de la trilogía de “El
Señor de los Anillos”, se muestre a un ojo de fuego (que todo lo
ve), como representación del mal.
Para algunos puede significar
“protección”, pero para otros, puede ser usado para fines
negativos como los antes descritos.
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