Esto lo escribí justo cuando comenzó el día de mi cumpleaños (nº 26). Espero que les guste:
El Universo, aquello inmenso y del que formamos parte, siempre nos ha cautivado debido a sus gigantescas proporciones. ¿Qué se esconde más allá de las estrellas? ¿Estamos solos en el Universo? ¿Cuál fue el origen de todo? ¿De dónde venimos? ¿Por qué venimos? Son algunas de las interrogantes que nos hemos hecho a lo largo de nuestra existencia. Durante buena parte de mi vida he tratado de responderlas, siendo las dos últimas las más arduas de contestar.
Por lo anteriormente expuesto, en esta ocasión voy a hablar en qué consiste nuestro hogar. Luego de ver innumerables vídeos, páginas webs, libros y documentales de televisión, me he dado cuenta de una cosa: el Universo no es infinito, sino que esférico y el tiempo-espacio es circular.
¿A qué me refiero? Bueno, según lo postulado por el investigador norteamericano de origen suizo, Nassim Haramein, en una conferencia que fue subida a Youtube, existen dos tipos de infinito: el infinitamente pequeño y el "asqueroso". El primero es aquel donde reina lo más diminuto, y al ser enano, se puede obviar. En tanto, el segundo es aquel enorme y que obviamente, no podemos pasar por alto. Bueno, resulta que el infinito que va hacia lo más chico puede estar delimitado. Un ejemplo de eso somos nosotros. ¿Cómo es posible que haya un infinito dentro de nosotros? Si nos ponemos a desmembrar cada partícula de la cual estamos compuestos, nos daremos cuenta que somos un conjunto de células, y éstas a la vez, un conjunto de moléculas, átomos, protones, neutrones y electrones y un largo etcétera. La partícula fundamental en realidad no existe, siempre va a haber algo más pequeño dentro de algo pequeño. Por lo tanto, somos infinitos, como cada cosa que existe a nuestro alrededor.
El infinito asqueroso no es muy diferente. Si pensamos que cada objeto, está conformado por un conjunto infinito de partículas, es fácil imaginar que no existen fronteras para lo más grande. De la Tierra saltamos al Sol y el Sistema Solar… más grande que eso es la Vía Láctea y más aún lo son un conjunto de galaxias, pero ¿qué tan grande puede ser el Universo? Tendemos a creer, como nos enseñaron en la escuela, que también es infinito, que más allá de las estrellas hay sólo espacio (materia oscura como diría los científicos “serios”). Sin embargo, yo no estoy tan de acuerdo con eso y por la expresión que estás poniendo en este momento, creo que tendré que “entrar a picar”.
Universo esférico
Si ya dije que lo infinito minúsculo puede estar albergado dentro de un espacio finito, es perfectamente posible que el infinito asqueroso también esté delimitado por un espacio finito. Oh, por supuesto, esto no funciona si te pones a pensar en algo gigante como un todo, recuerda que eso gigante también está conformado por un infinito minúsculo. De modo tal que, todo, absolutamente todo lo que hay en el Universo, puede caber en lo que puede albergar la máxima extensión posible: una esfera. Geométricamente, la esfera puede hacer eso, porque todo parte de su centro. Desde allí van surgiendo las líneas (radios) que van hasta su pared (la que está conformada por todos los vórtices de sus radios. La cantidad de rayos y sus respectivos vórtices es también, infinita. Y si este universo está al interior de una esfera, ¿qué hay más allá de ella? Otros universos.
Universos paralelos
Este universo está ligado a una cantidad infinita de universos paralelos a través de agujeros de gusano... Mucho antes que la emblemática serie “Lost” los pusiera de moda, yo ya sabía de ellos a través de los documentales realizados por los canales Discovery y History Channel. Un científico canoso y de rasgos orientales, los explicaba muy bien: son realidades similares a la nuestra, pero con leves diferencias. Por ejemplo, si eres un abogado, en un universo paralelo puedes ser un cantante y en otro, un obrero de la construcción. De manera que tú como persona, puedes estar en múltiples universos al mismo tiempo. Lo mismo ocurre cuando la luz pasa por una esfera; ésta se desvía al pasar por ella, haciendo que las partículas de la luz estén en varios lugares de la esfera al mismo tiempo. Esto demuestra que somos seres omnipresentes; podemos estar en varias partes a la vez. Si esta idea la acercamos a la religión, se cumpliría la premisa que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, que se supone que es al Alfa y la Omega (el principio y el fin, o sea, el infinito). Nosotros también somos infinitos, porque representamos una delimitación de la infinitud de partículas y la vez, tal como Dios, estamos en todas partes, dado nuestra característica de ser seres que estamos en una cantidad infinita de universos paralelos.
Viajes en el tiempo-espacio
Es un concepto que tiene que ver con el anterior. ¿Recuerdas la película “Volver al futuro”? En ella se mencionaba que los personajes que viajasen en el tiempo y que se encontrasen con su “otro yo” podrían generar una “paradoja”, es decir, podrían ocasionar un caos dentro del espacio-tiempo que haría colapsar a toda la Tierra. No obstante, la teoría de los universos paralelos acaba con este peligro inminente, pues cuando se viaja al pasado o al futuro, no es el mismo universo en el que se viaja, sino uno paralelo. Obvio, lo que pasó, pasó. Si eliminamos un “error” del pasado, nos es que cambiemos nuestro presente y futuro, sino que originamos un universo paralelo. Así de simple. ¿Cómo es posible viajar en el tiempo? Ya Einstein se había aventurado en ese dilema con su Teoría de la Relatividad. Él decía que el tiempo no es el mismo cuando escapamos de la gravedad de la Tierra, dado que un año terrestre (una vuelta alrededor del Sol) no es idéntico a un año marciano, por ejemplo. Por lo mismo, si un astronauta viaja un largo período en el Espacio y deja atrás a su hermano gemelo, cuando regrese, estará más joven que su semejante. Einstein explica que la gravedad de los cuerpos celestes “dobla” el Espacio. Bajo ese mismo argumento, los colegas del connotado físico, se imaginaron que las distancias entre puntos lejanos en el Universo, se pueden acortar si doblamos el Espacio por medio de “algo” que posea una enorme gravedad. Ese algo puede ser un hoyo negro (donde ni la luz se escapa de él) o un “agujero de gusano”. El primero no es seguro viajar a través de él, porque nos haría añicos, pues todos los cuerpos los engulle lentamente mientras las partículas se separan unas de otras. El segundo sí lo es, pues, como su nombre lo indica, tiene la forma de un gusano y es un túnel perfecto entre un lugar y otro (tal como si conectáramos dos puntos distante en un papel y los acercamos cuando doblamos la hoja); son verdaderos atajos. De esa forma es fácil viajar por el Espacio. Pero recordemos que el Espacio siempre está vinculado al Tiempo (que depende absolutamente de la gravedad del primero) y por ende, aparte de acortar distancias, se viaja en el tiempo.
Ejemplos de viajes en el tiempo
¿Se han producido ya viajes en el tiempo? Tendemos a pensar que no, pero hay ciertos indicios que demostrarían lo contrario. ¿Qué hacen tres colosales y espectaculares pirámides en Egipto construidas al mismo tiempo que los hombres recién conocían la agricultura y varios aún eran nómadas? ¿Por qué en Ica (Perú) hay grabados en las piedras donde se muestran a hombres conviviendo con los dinosaurios y desarrollando una alta tecnología que les permitía hacer trasplantes de cerebro? ¿Por qué se han encontrado martillos y hasta relojes petrificados en las paredes de una caverna en condiciones que ese proceso tarda millones de años? ¿Porqué se ha encontrado las huellas de una zapatilla pisando un molusco que se extinguió hace centenares de millones de años? Todo eso se dilucidaría si pensamos que una generación del futuro viajó a través del espacio-tiempo para conocer sus orígenes y de paso, cambiar algo el pasado, el presente y el futuro… ¡Sí! ¡Ya sé! He dicho que no es posible modificar el pasado, pues bien: ¿Qué tal si vivimos en un universo surgido de otro donde no hubo ninguna “anomalía” como las antes descritas? Somos un universo creado a partir de la modificación de un universo paralelo.
Tiempo-Espacio Circular
Esta “locura” es netamente de mi cosecha (no lo vi en ningún lugar). A raíz de la idea de un universo esférico, no me es difícil imaginar una línea espacio-temporal circular. Es decir, no es una línea de tiempo recta como nos enseñaron en las clases de historia, sino que a lo largo de su trayectoria, en algún momento, volverá a su lugar de origen... Algo de esto habían conocido los mayas cuando establecieron su calendario. Para ellos la historia cíclica, o sea, determinadas situaciones vuelven a tener lugar, salvo que con personajes y lugares distintos. Por ejemplo, para que quede más claro, cada cierto tiempo surge en el mundo un dictador como Hitler, o se produce una gran guerra, una pandemia, un nacimiento de un líder espiritual, el surgimiento y caída de una civilización… todo eso se da al mismo tiempo que en el Espacio se produce un eclipse, se alinean los planetas o se pase por el centro de la Galaxia. Los mayas entendieron que la interrelación entre los sucesos celestes y los terrenales, era una constante mecánica. Una cosa lleva a la otra.
Sin embargo, yo voy más allá acerca de esta línea de tiempo cíclica: dado su recorrido por este universo esférico, se vuelve circular: De esa forma, es posible, que todo lo que vivimos actualmente ya lo vivimos alguna vez, en un tiempo remoto... esto último explicaría las denominadas "corazonadas" o la típica sensación “esto ya lo hice antes” o “¿de dónde conozco a esta persona?”. Comenzamos supuestamente en un Big Bang y culminaremos en otro Big Bang, repitiendo de este modo, el enorme ciclo que puede demorar varios billones o trillones de años en completarse (tan grande como lo es este universo esférico).
Cabos sueltos
Si los científicos “serios” dicen que el Universo está en expansión, ¿cómo es posible que tenga una delimitación como una esfera? ¿Acaso ésta crece junto con él? En realidad no se está expandiendo como creen lo que han visto las imágenes del telescopio espacial “Hubble”, simplemente se está “ordenando”. Si bien hay una fuerza que transporta a estas enormes masas, llamada “Energía Oscura”, también existe otra, que mantiene al Universo, y a la materia en general, unida: lo que los mismos científicos serios denominan “Materia Oscura”. Esa interrelación entre ambas fuerzas básicas, es lo que mantiene todo en perfecto equilibrio. ¿Qué hay más allá de la esfera que alberga este universo considerando que todos los espacios no se cubren pues los otros universos también son esferas? Nada. Eso se entiende puesto que los universos esferas tienen partes de conexión entre sí. Es parecido a los esquemas matemáticos que nos enseñaron en la escuela donde un “conjunto” podía “interceptar” con otro conjunto”. De ese modo, no sobran espacios. Esas partes comunes, son los denominados “agujeros de gusano”. Es lo que permite realizar viajes a través de distintos mundos paralelos. Voy a dar un ejemplo burdo, pero puede servir para imaginar todo esto. No hace mucho, divisé en la web, una línea de tiempo que iba desde la creación de este universo paralelo (la matrix o “matriz”), que fue hace 950 mil millones de años, según ese documento, hasta el surgimiento de nuestras primeras civilizaciones en la Fértil Media Luna. Bueno, a lo que quiero llegar, es que varias veces dentro de esa historia resumida de nuestro planeta, ha habido no sólo intervenciones de “terrícolas” o extraterrestres desde el futuro lejano, sino que de extraterrestres provenientes de universos paralelos, como el que dio origen al nuestro.
Conclusión
Sea lo que fuésemos: infinitos, multidimensionales, omnipresentes, unos simples granos de arena, creación de extraterrestres… lo importante no es nuestro origen, lo importante es hacia dónde vamos. Nuestra estadía ha sido corta, pero tal vez, es una segunda oportunidad de mejorar las cosas… pues toda la información del Universo y por ende, de la Creación, convive con nosotros dado que el punto más ínfimo contiene la misma información que el todo; así se originó el Universo. Hay un universo dentro de nosotros… por lo tanto, toda la información de lo que nos ha pasado está con nosotros, somos omniscientes al igual que Dios, sólo que no lo recordamos… por algo en la Biblia dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, y varios maestros espirituales como Jesús, Buda o Mahoma, nos enseñaron que para conocer el Universo, no es necesario conocer cada rincón de él, sino basta con conocerse a uno mismo… Piénsalo.
Buena forma, sencilla de explicar las teorías... y rematar con mensaje más espiritual.
ResponderEliminarUn saludo