Lee Smolin, físico teórico del
Instituto de Física de Canadá, arrojó recientemente una teoría
que podría explicar por qué las leyes naturales han llegado al
estado en que se encuentran en la actualidad. Partiendo de la premisa
de que el tiempo es la concatenación de instantes reales (en
contraste con la premisa de la mayoría de los científicos,
incluyendo a Einstein y a Newton, quienes consideraban al tiempo como
un concepto matemático que sólo existe en la eternidad), Smolin
sugiere que el universo ha evolucionado de una manera análoga a la
selección natural; es decir: que tuvo que reproducirse a sí mismo
innumerables veces para llegar a un resultado como el que vivimos
hoy. Esto sólo pudo haber pasado, como John Wheeler lo había
especulado antes, a través de hoyos negros, que funcionan como
reprocesadores, o como semillas-vientre que dan a luz a universos
bebés...
“Lo que añadí a esto para hacerlo
funcionar como un modelo de selección natural fue que los cambios
que pasaron de padre-universo a hijo-universo son muy leves para que
se pueda dar una acumulación de ajustes”.
Como una especie de madre que muere en
labor de parto, para que un nuevo universo nazca es necesario que el
momento en que termina el tiempo dentro de un hoyo negro se una con
el punto en que comienza el tiempo en un Big Bang en un nuevo
universo. Así, de acuerdo con esta hipótesis, el nuestro es un
cosmos que es producto de generaciones y generaciones de ancestros un
poco menos “refinados”. Y si la teoría es verdadera, entonces
define a las leyes naturales como el resultado de una evolución
dinámica en el tiempo (y no atemporles y eternas) y al universo como
parte del mismo proceso de selección natural.
Su hipótesis, sin embargo, tiene un
“hoyo negro” (ese lugar en que la ciencia se encuentra con un
espacio oscuro que devora sus herramientas racionales) en el que se
pierde un pedazo de información importante: la herencia cósmica.
¿Cómo es que estos universos pasan su información genética a sus
hijos? Dato que pasa al arsenal de la fascinante incertidumbre
cuántica y los problemas del tiempo.
Fuente: Pijamasurf.com
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