El reciente caso del
asesinato de un menor de apenas tres días de edad, por parte de sus
padres que pertenecían a una secta religiosa de la localidad de
Colliguay, en la Región de Valparaíso (que terminó con el suicidio
en el Perú de su jefe, Ramón Castillo), han puesto en el ojo del
huracán a estos grupos religiosos, lo cuales, según expertos como
el teólogo Hugo Zepeda, serían alrededor de 200 en todo el país...
Si bien no se puede
echar a todos en el mismo saco (el de la maldad y la violencia), hay
ciertos rasgos comunes, como lo son la fe sin restricciones en el
líder, el cual generalmente es un hombre. El psicólogo Michael
Lagone, definió a la secta como “grupo o movimiento religioso que
exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea
técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a
sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo;
trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus
miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general”.
Tal definición encaja
perfectamente con la situación vivida por Ramón Castillo o “Antares
de la Luz”, quien mató a su propio hijo diciendo que éste era el
Anticristo (ver
nota acá). Muchos pensaron que tal reprochable
acto delictual, fue cometido por un loco fuera de sí, pero... ¿Se
ha preguntado quién está detrás de tan distorsionada y perversa
visión de la realidad? Una polémica teoría, esgrimida por los
investigadores que participan en el programa “Alienígenas
Ancestrales” del canal History Channel, dice que tal vez, son los
extraterrestres quienes manejan las mentes alteradas de los líderes
de sectas peligrosas.
Si bien es imposible
comprobar esta afirmación, a través del método científico, los
panelistas del mencionado espacio televisivo sugieren que existen
entidades que pueden adueñarse de la mente de ciertas personas que
poseen rasgos de liderazgo. En la producción audiovisual se habla de
los “dioses embaucadores” quienes tendrían habilidades para
convencer a las personas de hacer cosas que ellos desean. Tales
deidades, que se repiten en diferentes lugares de la Tierra, no
serían otra cosa que seres extraterrestres que fueron llamados
“superiores” por los terrícolas al no comprender su sofisticada
tecnología.
Estos seres, según
esta idea que muchos pueden tildar de descabellada, se comunicarían
con los humanos a través de mensajes telepáticos para hacerles
creer que son dioses y deben hacer cualquier cosa que se les pida.
Sacrificios humanos
En Alienígenas
Ancestrales se afirma que a lo largo de todo el mundo se han
producido sacrificios humanos en honor a distintas divinidades
(¿extraterrestres?). Tales acciones fueron hechas, generalmente, por
mal interpretaciones de algunos líderes religiosos. Algunos ejemplos
de ello son una banda de ladrones de la India quienes estrangulaban a
sus víctimas para ofrecérselas a la diosa hindú Kali, o las miles
de muertes realizadas por los sacerdotes aztecas quienes arrancaban
el corazón de los sacrificados porque pensaban, que de ello,
dependía la supervivencia del Universo. Incluso, se da cuenta de los
suicidios practicados por los integrantes de secta cristiana de los
circunceliones que buscaban martirizarse en honor a Cristo. Tal
práctica se hizo tan masiva en los primeros años de la cristiandad
que obligó a la Iglesia Católica a declarar el suicidio como un
pecado.
Control mental
De acuerdo a los
autores de libros relativos a la hipotética interacción entre
aliens y nosotros, que participaron de este episodio del citado
programa, es probable que los extraterrestres hayan usado algún tipo
de aparato para controlar la mente humana. Para ejemplificar lo
anterior, el espacio de History Channel destaca el invento de un
líder de secta japonés, quien utilizó un casco con nodos
electromagnéticos para convencer a sus seguidores de hacer todo lo
que les pidiera. Se afirma que es posible que los campos magnéticos
pueden alterar el lóbulo temporal del cerebro, lo cual genera
visiones chamánicas o incluso, experiencias muy parecidas a la
abducción o el contacto alienígena.
En el reportaje se
sostiene también que los humanos tenemos un gen en nuestro ADN que
nos hace más proclives a las ideas religiosas. Tal gen, habría sido
elaborado por seres alienígenas para hacernos creer que son dioses y
así manipularnos a su antojo.
¿Cuál sería el fin
de tanta sangre, tanta muerte humana para ciertos seres de otros
mundos? ¿Será acaso que se alimentan de nuestro sufrimiento? (Ver
nota relacionada aquí). Son dudas que deja al
aire el documental, claro está, si es efectivo que los etes nos
visitan y nos controlan desde hace mucho tiempo.
Para que se forme una
opinión más acabada al respecto, dejamos el capítulo antes
descrito de Alienígenas Ancestrales:
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