Burbuja en cielo de Hawái habría sido provocada por satélite de origen desconocido

Así lo afirma un nuevo informe publicado por la investigadora Sorcha Faal. Sé que es muy difícil comprobar la veracidad de sus supuestos reportes de la inteligencia rusa, pero los doy a conocer porque me gusta dar cabida a las distintas teorías que circulan en la web y que nos ayudan a tener una visión más amplia sobre los diversos temas… En fin, en su última nota publicada en su blog (whatdoesitmean.com), se refiere al episodio vivido en el archipiélago de Hawái, ubicado en el Pacífico Norte. Allí se observó cerca de una de esas islas, una gran burbuja en el cielo nocturno. Pues bien, Faal sostiene que en realidad eso sería un portal dimensional activado por un satélite de origen desconocido.

¿A qué se refiere?

A uno o dos a los que llaman “el Caballero Negro” y que  no pertenecen a ningún país y fueron descubiertos por Estados Unidos en la órbita de nuestro planeta justo antes de la era de la exploración espacial. Tal hecho fue publicado los días 13-14 de mayo de 1954, de los periódicos St. Louis Post-Dispatch y el San Francisco Examiner.

“Con todos estos descubrimientos hechos por los Estados Unidos de esos tipos de fenómenos, los satélites ‘Caballero Negro’ fueron consignados a los niveles más profundos de secrecía dentro de las agencias militares y de inteligencia por temor del impacto que pudieran tener en el pueblo Estadounidense sobre la realidad del mundo en que vivimos. Y, la realidad verdadera de la que depende nuestra raza, especialmente en el Occidente, se basa en lo que se llamada ‘prejuicio de especie’, en otras palabras, que uno cree que los seres humanos son la especie superior sobre la Tierra”, comenta Faal en su informe.

Sin embargo, esta publicación no termina allí, se afirma que el lugar escogido por el satélite para producir el portal dimensional, es conocido por ser un sitio de procreación masiva de las ballenas.

¿Qué tienen que ver las ballenas con “El Caballero Negro”?

Sorcha Faal asegura que el artefacto espacial sería de propiedad de la misma raza que vendría a bordo de varias naves detrás del cometa Elenin. Tal cual se habló en un informe anterior (ver acá), esa supuesta flota viene camino a la Tierra detrás del objeto celeste y ya se habrían comunicado con nosotros enviando señales, que, al decodificarlas, se oían como el “canto de las ballenas”.

Aquí les dejo lo que habla Faal sobre la inteligencia de los mencionados cetáceos:

“El tamaño del cerebro más que los apéndices (brazos, piernas, manos, pies, dedos, etc.) como determinante del poder inteligente fue explorado primero que nadie por el físico investigador ruso, Alexander Aksakof (1832-1903) que acuñó el término “telekinesis”. A partir de su investigación, Aksakof postuló que el poder de la mente era infinito y únicamente por el pensamiento uno podría no solo manipular el mundo físico sino también crear realidades alternas completas. Con las ballenas que tienen los cerebros más grandes en el planeta, Aksakof postuló además, que se podría razonar que ellos, no siendo humanos, eran la especie viviente más inteligente y por lo tanto, más poderosa de nuestro planeta.

Es importante subrayar que muchas de las teorías de Aksakof han sido respaldadas en el campo de la ciencia conocido como Mecánica Cuántica que describe nuestra realidad como parecida a una partícula dual y comportamiento parecido a la onda y la interacción de la materia y la energía que comprueba que los principios subyacentes de toda materia descansa más en el terreno del pensamiento que de lo físico. Albert Einstein (1879-1955), el físico Estadounidense de origen Alemán, que desarrolló las teorías especiales y generales de la relatividad y que ganó el Premio Nobel de Física en 1921, y favorecedor de las teorías de Aksakof, lo expresó mejor cuando dijo: “La realidad no es más que una ilusión, aunque una muy persistente”.

En cuanto a por qué nuestro planeta tendría a su especie más inteligente en una forma capaz de habitar las regiones más profundas de los mares de la Tierra, yace en los mitos antiguos que rodean un misterioso objeto del tamaño de un planeta que atraviesa nuestro sistema solar cada ciertos miles de años causando el vuelco de los polos y, al mismo tiempo, causa una destrucción cataclísmica.

Para aquellos pocos humanos capaces de soportar esa destrucción, esos mitos antiguos también señalan que sus mentes y recuerdos resultarán destruidos debido a la inimaginable destrucción de sus cerebros debido a las fuerzas de energía electromagnéticas desatadas por el vuelco de los polos, es decir, a menos que se encuentren protegidos en las regiones más profundas de nuestros mares o en Bunkers bajo tierra profunda.

La realidad de un vuelco colosal de los polos de la Tierra ya está siendo reconocida por los medios más importantes (ver video) así como numerosos reportes procedentes de los pueblos nativos de las regiones Árticas de que el Sol ya está apareciendo en el horizonte en lugares donde nunca se había visto antes, incluyendo el pueblo Inuit del Canadá Ártico que han informado a las Naciones Unidas que el sol, de hecho, ha cambiado su posición.

La relación, por así decirlo, entre los seres humanos y los verdaderos “amos ballena” de nuestro Planeta, fue descrito por los antiguos en la historia conocida como Jonás y la Ballena. Jonás vivió en el siglo 7 antes de Cristo y fue un importante profeta venerado aún por los Cristianos, Hebreos y Musulmanes.

Según las antiguas escrituras sobre Jonás, él recibió órdenes de Dios de ir a la ciudad de Nínive para reprocharles su maldad. Sin embargo, en lugar de dirigirse a Nínive, Jonás se fue en otra dirección lo más rápido que pudo pero mientras se encontraba en el mar, la embarcación se vio atrapada en medio de una tormenta que lanzó al profeta por la borda y fue tragado por un “enorme pez” en cuyo vientre pasó los siguientes tres días y noches. Después de que Jonás fue “vomitado” por el “enorme pez”, cambió su parecer y siguió las órdenes que se le habían dado.

Hasta hace muy poco, esta era la historia aceptada de Jonás y la Ballena, cuando un grupo de investigadores independientes en Canadá conocido como “El Proyecto Crónica” determinó que el Antiguo Testamento (en donde está registrada esa historia) había sido “equivocadamente traducido”. Después de tres años de investigación, que han descubierto el verdadero sistema de traducción del antiguo Hebreo, el grupo del Proyecto Crónica, descubrió que cada letra no es exactamente una letra, sino una palabra completa, y que lo que se creía que era una palabra, es, en realidad, una oración como una descripción que brinda la definición de la palabra. Con este descubrimiento, cada palabra ya puede ser definida debidamente y los resultados son asombrosos.

Y en el contexto de la historia de Jonás y la Ballena, esta investigación arroja nueva luz sobre las ballenas porque cuando esta historia se traduce según el Proyecto Crónica, Jonás no fue “tragado” por un “enorme pez”, sino que fue “transportado” al “hogar celestial” de las “levitaciones del profundo mar” (ballenas) que “abarca los cielos” sobre la Tierra donde se le mostraron “todas las cosas que fueron y las que estaban por venir”.

El gran Alberto Einstein, tal vez, resumió alguna vez este misterioso mundo que habitamos, diciendo:

“La experiencia más hermosa y más profunda es la sensación de lo místico. Es el semillero de toda la ciencia verdadera. Aquél al que la emoción le es extraña, que ya no puede maravillarse ni levantarse en rapto y asombro, es más como un muerto. Saber que lo que es impenetrable para nosotros, existe de verdad, manifestándose en la más alta sabiduría y la más radiante belleza que nuestras torpes facultades pueden comprender sólo en formas primitivas – este conocimiento, esta sensación está en el centro de la verdadera religiosidad”.

Desafortunadamente para todos los que estamos vivos hoy en día, en un mundo que se ha vuelto demente, estas palabras han sido olvidadas. A uno solo le puede quedar la esperanza de que serán recordadas por aquellos que sobrevivan al abismo al que nos vamos encaminando.