Hace más de 33 años que iniciaron su aventura espacial. Tras su largo viaje, las naves gemelas 'Voyager' de la NASA están alcanzando los confines del Sistema Solar. Allí, acaban de descubrir un fenómeno que ha dejado boquiabiertos a los científicos y que acaba de ser publicado en la revista 'Astrophysique': una zona de turbulencias llena de 'burbujas' magnéticas.
'Voyager 1' es la nave que más lejos ha llegado, pues ha logrado situarse a unos 17.000 millones de kilómetros del Sol. Los vehículos, desarrollados en California, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), son las naves que más tiempo han permanecido en el espacio
A pesar de que cada vez disponemos de más información sobre el Sistema Solar, éste sigue sorprendiendo a los científicos. Prueba de ello es el último gran hallazgo de las naves gemelas. Los científicos encargados de la misión han revelado que las naves han enviado información de lo más sorprendente... y burbujeante.
Una sorpresa efervescente
Las naves han detectado la presencia de burbujas, confirmando que nuestro Sistema Solar está, nunca mejor dicho, en constante ebullición. Utilizando un nuevo modelo informático para analizar los datos transmitidos por las sondas los investigadores han calculado que el campo magnético solar mediría unos 160 millones de kilómetros de longitud. Algunas de las burbujas tienen una anchura similar a la distancia entre la Tierra y el Sol, por lo que harían falta semanas para atravesar una de ellas.
'Voyager 1' penetró la 'zona burbujeante' en 2007 y 'Voyager 2' lo logró aproximadamente un año después. Al principio, los investigadores tuvieron dificultades para entender qué era lo que las naves mostraban. Ahora, creen haber resuelto parte de sus dudas.
Entendiendo la estructura del campo magnético solar, los astrónomos pretenden explicar cómo los rayos cósmicos galácticos penetran en nuestro Sistema Solar y cómo el Sol interactúa con el resto de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
"El campo magnético del Sol se extiende a lo largo del Sistema Solar y se retuerce y contrae porque el sol gira", explica Merav Opher, investigador de la Universidad George Mason. Opher hace una bonita metáfora, comparándolo con la falda de una bailarina. Concluye que "muy lejos del Sol, donde ahora están las naves 'Voyager', los pliegues de la falda se juntan".
Como la falda de una bailarina
Cuando un campo magnético se dobla de tal manera, pueden suceder cosas muy interesantes, ya que las líneas de fuerza magnética se cruzan y vuelven a conectar. Los pliegues de la falda se reorganizan por sí mismos, a veces de forma explosiva y así nacen las burbujas magnéticas.
"Nunca pensamos que podríamos encontrar esta espuma en uno de los rincones más lejanos del Sistema Solar, pero ahí está!", señala entusiasmado el físico Jim Drake, colega de Opher, de la Universidad de Maryland.
El Sistema Solar sigue sorprendiéndonos, y los nuevos descubrimientos incluso ponen en entredicho una teoría de los años 50 que proponía un escenario muy distinto.
Inesperados intrusos
Los científicos aún deben evaluar las implicaciones de este nuevo hallazgo y desentrañar los misterios de esta zona del Sistema Solar. "Esto no es más que el principio, presiento que nos esperan más sorpresas", concluye Opher.
Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas al espacio en 1977. Han sobrevolado Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Los abundantes datos recopilados por los nueve instrumentos que llevan a bordo cada una de ellas han convertido su misión científica del Sistema Solar en la más exitosa de toda la historia espacial.
Fuente: elmundo.es