El Sol es un amigo que nos ha acompañado desde siempre: su luz y calor han permitido que nuestras vidas hayan florecido por mucho tiempo. Gracias a él se produce el proceso de la fotosíntesis y tenemos un gran potencial de energía gratuita para las distintas actividades que emprendemos día a día. Sin embargo, no todo lo que proviene de él es bueno. Constantemente nos envía partículas dañinas para nuestra salud, como los son los rayos ultravioleta y los rayos gamma. Ambos son rechazados por un gran escudo llamado ozono que permanece en nuestra atmósfera, pero dado el aumento de los gases tóxicos, este mecanismo de defensa, está cada vez más enjuto y debilitado, por lo cual, andar con el torso desnudo en la playa y sin protector solar, es casi un suicidio.
No se sorprenda si en los informes meteorológicos de la televisión, cuando retornemos al verano, le recomienden no exponerse al Sol por más de 15 minutos. Y es que no sólo estamos afectados por el fenómeno anterior, sino porque además, la actividad solar, en los últimos años, ha ido en aumento. Según los científicos, el Astro Rey tiene ciclos de once años donde al final de cada uno de ellos, se producen alteraciones en su superficie (manchas), dado el cambio de su polaridad magnética, y expulsa grandes llamaradas que atacan a los objetos que se le crucen por delante. El 2001 fue la última ocasión en que ocurrió esta particularidad, pero fue leve. Ahora, piensan los expertos, se espera que para el 2012 va a haber una máxima solar que podría arrasar con todos los satélites que tenemos dando vuelta a la Tierra (vitales para los medios de comunicación) y todos los sistemas y máquinas, basados en la electricidad corren peligro, incluyendo los vehículos.
¿Ha imaginado un mundo sin electricidad? ¿Qué otras cosas pueden suceder más adelante? De eso, les voy a hablar en el próximo comentario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario