En la moderna Seattle,
ubicada en la costa noroeste de los Estados Unidos, todo el mundo
está intrigado por un hecho sin precedentes: La poderosa excavadora
“Big Bertha”, que se deslizaba a sólo 15 metros de profundidad,
se topó con algo tan duro, que le impidió seguir avanzando.
El problema tiene de
cabeza a los ingenieros a cargo de una futura autopista subterránea,
quienes no saben, a ciencia cierta, qué es lo que detuvo a la
colosal máquina de 5 pisos de alto y que se suponía, podía demoler
todo a su paso.
Consultado por el
diario The New York Times, Chris Dixon, Jefe del proyecto, indicó
que podría tratarse de una antigua roca proveniente de la última
glaciación, ocurrida hace 17 mil años.
Otros, en tanto, han
especulado con que puede ser un sitio arqueológico del casco
histórico de la ciudad, o bien trenes antiguos olvidados o hasta
bóvedas con licor y armas cuyos dueños las enterraron durante la
época de la ley seca en Estados Unidos, cuando Seattle era un portal
para el contrabando proveniente de Canadá.
Sin embargo, todas
estas ideas chocan con la noción de que la gigante y poderosa
“Bertha” puede abrirse paso en cualquier tipo de suelo.
¿Ciudad alienígena?
Algunos van más allá;
incluso plantean que se trate de un resistente objeto misterioso
colocado por una antigua civilización.
También en el rango de
lo fantástico, el sitio ufosightingsdaily.com especula que Big
Bertha pudo haber golpeado la pared de "una de las muchas bases
extraterrestres en este planeta". Según esta controversial
página ufológica, esta increíble hipótesis se basa en los dichos
del fallecido Phil Schneider, quien trabajó para los militares de
Estados Unidos en la construcción de bases subterráneas de más de
4 kilómetros por debajo de la superficie, como la Base Dulce (ver
nota acá).
Schneider se hizo
conocido en 1995 cuando, en una charla videograbada, afirmó que su
país mantiene varias bases militares bajo tierra usando el
“presupuesto negro” de esa nación. Todas ellas serían
verdaderas ciudades que estarían unidas por una compleja red de
túneles donde pasarían metrotrenes de alta velocidad. Incluso,
muchas de ellas existían antes, es decir, habrían sido hechas por
seres de otros planetas.
Si bien jamás alguien
ha podido comprobar sus dichos, este hombre fue encontrado muerto en
su vivienda, lo cual instó a muchos a pensar que, quizás, pudo
haber sido asesinado por hablar demasiado de algo que sería cierto.
Es por esto que el
editor de ufosightingsdaily.com concluye su planteamiento sobre el
suceso de Seattle diciendo: "Phil no es un mentiroso y yo
apostaría mi vida por él… Él es un buen hombre en el que puedo
confiar".
Lo cierto es que la
mencionada página web de misterios, pasa por alto el hecho que el
objeto desconocido, que frenó el avance de Bertha, está muy cercano
a la superficie, algo extraño considerando que esas supuestas bases
aliens se encontrarían, de acuerdo a estas versiones, a kilómetros
de profundidad.
Aquí dejamos parte de
la conferencia de Phil Schneider:
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