En uno de sus relatos, Las ruinas de
Nueva York, el escritor Luc Sante fantaseaba con la posibilidad de
que un volcán arrasara con la ciudad estadounidense y convirtiera a
los edificios y habitantes en estatuas, transformando a la Gran
Manzana en una suerte de Pompeya de nuestro tiempo. ¿Qué pensarían
los historiadores del futuro al encontrarse con tamaño yacimiento?
¿Sabrían interpretar el tipo de vida que acontecía en sus calles
sin ayuda de documentación? ¿A qué tipo de conclusiones llegarían
sobre nuestra civilización?
Hoy en día resulta imposible imaginar
que una ciudad como Nueva York cayera en el olvido, pero lo cierto es
que, en el transcurso de la historia, muchas urbes cuya influencia en
su esplendor podría ser equivalente a la de cualquier gran capital
contemporánea, fueron atacadas, abandonadas o arrasadas y pasaron al
olvido. Encontrar una ciudad desconocida es el sueño de todo
arqueólogo – y, por extraño que parezca, es un sueño que sigue
cumpliéndose – , pero interpretar el yacimiento puede convertirse
en una pesadilla. Estas son las ocho ciudades en ruinas cuyo origen,
desarrollo o desenlace sigue siendo un misterio histórico de primera
magnitud.
- Çatalhöyük, Turquía (7.500 a. C – 5.700 a. C)
La ciudad de Çatalhöyük (del turco
çatal: ‘tenedor’, y höyük: ‘túmulo’), es el poblamiento
neolítico mejor conservado de todo Oriente Próximo. En su máximo
esplendor, se cree que la población de la ciudad podría haber
alcanzado los 10.000 habitantes. Hoy en día no parece gran cosa,
pero es una cifra extraordinariamente elevada para la época, cuando
ni siquiera existían las ciudades como tal. No en vano, Çatalhöyük
está considerado como uno de los primeros entornos urbanos del
mundo. Pero, lo más sorprendente de todo, es que se trata de una
ciudad con una disposición, y una estructura, única en la historia
de la humanidad, que no se replicó en su entorno, ni en urbes
posteriores.
Los habitantes de Catalhöyük
construyeron la ciudad como una especie de colmena. Las casas, de
adobe, compartían muros, y no existían calles ni pasajes. Los
habitantes accedían a los habitáculos desde escaleras que partían
de la azotea. Los tejados de las viviendas, totalmente planos,
conformaban así una gran plaza donde se desarrollaba la actividad al
aire libre.
Es difícil explicar el tipo de
sociedad que conformaban los habitantes de Çatalhöyük – a quien
nadie se ha atrevido a poner un gentilicio – pues hay un aspecto de
la ciudad muy distinto a la de cualquier poblamiento de la época, o,
más bien, de cualquier época: no se ha encontrado ninguna casa con
características diferenciadas. Todos los habitáculos son
prácticamente iguales, lo que hace creer a los historiadores que se
trataba de una ciudad relativamente igualitaria donde no existían
clases sociales. Ni siquiera se puede encontrar diferencia alguna
entre las actividades, deberes y costumbres de hombres y mujeres.
En torno al año 5.700 a. C. la ciudad
sufrió un enorme incendio que acabó con la civilización. La mayor
parte del asentamiento fue destruido o abandonado y los
supervivientes debieron integrarse en otros poblamientos de la zona.
- Cahokia, Estados Unidos (600 d. C. – 1.400 d. C.)
La ciudad de Cahokia, situada en la
llanura del río Mississippi, muy cerca de la actual ciudad de San
Luis, fue, antes de la llegada de los europeos, la mayor ciudad de lo
que hoy es Estados Unidos. Hoy en día sólo se conservan una serie
de túmulos artificiales de tierra, vestigios de algunos de los
edificios que coronaban estos, restos de una extraña bebida y
diversos esqueletos que ofrecen más preguntas que respuestas. Lo que
sí es evidente, dada las dimensiones del yacimiento – cuenta con
una plaza artificial de 19 hectáreas que puede considerarse la mayor
plaza de tierra del mundo – , que Cahokia era una gran ciudad que
desapareció como por arte de magia sólo un siglo antes de que los
europeos, que nunca entraron en contacto con la civilización del
Mississippi, llegaran a Norteamérica.
Se cree que en sus tiempos de
esplendor, entre el 600 y el 1.400 d. C., Cahokia llegó a tener una
población de 40.000 habitantes. Para sustentar tamaño peso
demográfico, su civilización tuvo que desarrollar por fuerza unas
prácticas agrícolas y ganaderas muy sofisticadas. Hay historiadores
que piensan que se llegó a construir una canalización para desviar
varios afluentes del Mississippi formando así un complejo sistema de
regadío. Hoy en día se siguen publicando numerosas investigaciones
que tratan de explicar cómo vivían los habitantes de Cahokia pero
es casi imposible que se llegue a una conclusión definitiva.
- Derinkuyu, Turquía (Siglos VII/VIII d. C. – Siglo X d. C.)
La ciudad subterránea de Derinyuku es
la más grande de las 37 urbes excavadas en la tierra de la región
de Capadocia, en Turquía. Se cree que las primeras viviendas se
construyeron en el siglo VII a.C, dada la facilidad de excavar el
suelo volcánico de la zona, pero no fue hasta el siglo VI de nuestra
era cuando empezó a tomar forma de ciudad, llegando a albergar a
20.000 personas en 40 metros de profundidad y 20 niveles
subterráneos.
El historiador griego Jenofonte habló
en su obra Anábasis sobre las ciudades subterráneas de Capadocia y
aseguraba que los habitáculos eran lo suficientemente grandes como
para albergar a una familia, sus animales domésticos y todos sus
enseres – incluidas las reservas de alimentos – . Las
excavaciones han revelado que, además de viviendas, la ciudad
contaba con establos, comedores, salas para el culto, cocinas,
lagares, bodegas, pozos e, incluso, posadas.
Se cree que Derinyuku, y el resto de
ciudades de la zona, tenían una función muy concreta: servir de
refugio a las personas que, por motivos políticos o religiosos, se
veían obligadas a huir de la superficie. Se cree que la ciudad debió
acoger a romanos que se negaron a aceptar el rito cristiano, bandidos
y, más adelante, musulmanes. La ciudad podía bloquearse por
completo con grandes losas que impedían la entrada a los intrusos y
sus habitantes podían vivir meses sin salir al exterior. En algún
momento del siglo X la ciudad se abandonó, probablemente porque sus
habitantes ya no tenían la necesidad de esconderse bajo tierra. Las
investigaciones, no obstante, continúan hoy en día. Aún faltan
habitáculos por excavar y existe una gran controversia sobre la
posibilidad de que las distintas ciudades subterráneas estuvieran
conectadas por grandes túneles excavados en las profundidades.
- Pompeya, Italia (VII a. C. – 79 d. C.)
Pompeya es uno de los yacimientos
arqueológicos que más intensamente se han estudiado nunca. Sabemos
a ciencia cierta que se trataba de un destino vacacional del Imperio
Romano que fue sepultado por la lava del Vesubio en el año 79 d.
C. Dada la buena costumbre de los romanos de documentarlo todo,
también sabemos que la ciudad sufrió con anterioridad un fuerte
terremoto y que muchas de las casas ya estaban abandonadas antes de
la erupción. Pero, pese a los ingentes documentos históricos
conservados, y el incesante trabajo de los arqueólogos, Pompeya
sigue presentando multitud de dilemas históricos.
Por mucho que conservemos documentos de
la vida en la antigua Roma, Pomeya es la única ciudad que podemos
ver tal como era en el siglo I d. C., conservada como un mosquito en
ámbar. Hay cientos de detalles que resultan sorprendentes y sobre
los que no se habla en ningún documento histórico de la época,
dado que se consideraban detalles sin importancia del día a día de
una ciudad romana: recibos bancarios, graffitis, anuncios, estatuas y
murales abiertamente pornográficos... Pompeya guarda los misterios
del día a día que, en ocasiones, son más grandes que los que se
esconden tras los grandes acontecimientos políticos. De lo que no
cabe duda es que la moralidad de sus habitantes era muy distinta a la
de hoy en día: la privacidad apenas existía y las normas de
comportamiento eran radicalmente opuestas a las que más tarde impuso
el cristianismo.
- Thonis, Egipto (XII a. C. – VI/VII d. C.)
En el año 2000 un equipo de
arqueólogos franceses y egipcios liderado por Franck Goddio logró
encontrar las ruinas submarinas de la ciudad egipcia de Thonis, a 6,5
kilómetros de la actual costa que bordea el delta del Nilo. Según
la documentación de la época, la ciudad debió ser el puerto
principal de entrada a Egipto. Las embarcaciones que comerciaban con
el imperio de los faraones descargaban allí sus mercancías, tras
abonar el arancel correspondiente. Los buceadores que exploran el
yacimiento han encontrado hasta el momento 64 barcos egipcios y todo
tipo de construcciones.
Se sabe que Thonis empezó a perder
importancia a favor de Alejandría en el siglo IV d. C., pero no se
sabe a ciencia cierta cómo la ciudad pudo sumergirse por completo
entre el siglo VI y VII de nuestra era. Probablemente se trató de un
proceso gradual provocado por diversos terremotos e inundaciones,
pero aún no se ha llegado a una conclusión. El equipo de Goddio
sigue investigando el gigantesco yacimiento pero, según declaró el
arqueólogo francés, “sería necesario bajar cada día durante 200
años para poder estudiar todos los objetos”.
Fuente: es.sott.net (El Confidencial)
Fuente: es.sott.net (El Confidencial)
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