Ubicadas en la Isla de la Juventud
(Cuba), las cuevas de Punta del Este son conocidas por sus extrañas
marcas hechas por aborígenes. La pintura rupestre más importante se
llama “Motivo Central” y de acuerdo al investigador local Fabio
Ortiz, es un completo calendario lunar compuesto por 56 círculos
concéntricos, 28 de ellos rojos y el resto, negro. “Los círculos
rojos representarían el día y los negros las noches”, afirma
Ortiz. Superpuesta a esta pictografía ovoide hay una extensa flecha
roja apuntando directamente al Este...
Sin embargo, para otros, se trataría
más bien de una representación del Sistema Solar. He allí el
dilema; ¿cómo es posible que hombres primitivos pudiesen tener tal
conocimiento de nuestro barrio planetario?
La conmoción aumenta cuando comparamos
este dibujo con un crop circle (símbolos en campos de cultivo
asociados por varios investigadores al fenómeno “ovni”)
aparecido en Inglaterra durante el 2008, el cual es interpretado por
los expertos en estas huellas, como la futura posición de los
planetas durante el 21 de diciembre de este año, 2012 (Ver nota acá). Esa fecha, marca el cierre del calendario maya de cuenta larga
donde algunos sostienen que será el fin del mundo, mientras que
otros aseguran que habrá un cambio de conciencia, dando el inicio a
una nueva era. Si te fijas, el parecido es enorme. Si bien el primero
luce más arcaico, tiene claramente delineados los cuerpos celestes y
sus órbitas.
Misterioso sitio arqueológico
Las cinco cuevas de Punta del Este
contienen 230 pictogramas, en un espacio de veinte metros de ancho
por otros tantos similares de profundidad. Es tal la magnitud de
estas pinturas murales que las llaman “La Capilla Sixtina del Arte
Rupestre”.
Según la prueba de carbono-14, la
antigüedad de los dibujos data de 850 años AC, aunque se piensa que
sean más antiguos.
Durante el 22 de junio, día del
Solsticio de Verano en el Hemisferio Norte, los primeros rayos del
Sol iluminan la imagen central. También aparecen imágenes que
representan símbolos fálicos, la fecundación humana y una suerte
de serpiente de cascabel. Esto último, ha dejado pensando a los
espeleólogos acerca del origen de los autores de tales pictografías,
pues en la fauna cubana nunca existieron los ofidios de ese tipo, que
habitan el sur de Estados Unidos y México.
¿Los pictogramas habrán sido hechos
por personas provenientes de la antigua y mítica isla de la
Atlántida? Si tomamos en cuenta el reciente hallazgo de una ciudad
sumergida en el Triángulo de las Bermudas (Ver nota acá), esta idea
no parece tan disparatada. ¿O los pintores habrán tenido contacto
con extraterrestres que sabían la posición de cada astro para el 21
de diciembre de este año? Saca tus propias conclusiones.
- Publicado en primera instancia en
Guioteca.com
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