miércoles, 30 de diciembre de 2009
Proyecto “Looking Glass” II
La glándula pineal de la que hablé en el número anterior, no sólo nos permite soñar, sino que además es nuestra válvula de salida hacia otros campos existenciales. Me explico, regularmente vivimos en lo que llamamos realidad (3D), pero cuando morimos, nuestra alma se separa de nuestro cuerpo y viaja a otra dimensión. Algo parecido nos pasa cuando dormimos, viajamos hacia otras realidades. Quienes logran hacer esto despiertos mediante la activación de la glándula, experimentan otras sensaciones y son capaces de entablar diálogos con entidades superiores, a la vez que pueden ver desde arriba, según sea el grado de experticia, todo lo que ocurre a su alrededor. A medida que se asciende, se ve la circunferencia de la Tierra, el resto de los planetas del Sistema Solar y se comprende mucho mejor nuestra relación con el Universo. Sin embargo, lo más espectacular, es que de esa forma se puede viajar en el tiempo (tener visiones del futuro). Así funcionaban ciertos oráculos en la Antigüedad que estimulaban su glándula pineal (tercer ojo) y podían predecir cosas.
Bueno, la nave estrellada en Roswell, Nuevo México en 1947 poseía una tecnología inversa que imitaba el funcionamiento de la glándula pineal. Los científicos norteamericanos, concientes que la capacidad de viajar en el tiempo, usando tecnología alienígena, podía ser de gran ayuda para EE.UU., confeccionaron una máquina del tiempo como la descrita en el anterior “K Onda”, y en su interior colocaron una silla especial, creada en base al diseño de los “etes”. ¿Qué podía hacer esa silla y la máquina en general y cuáles fueron los resultados de esos experimentos que en su conjunto se llamaron “Looking Glass” (Catalejo)? Se los contaré el próximo año…
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