En mis anteriores comentarios me referí a uno de los grandes misterios de la Humanidad: las pirámides. Sin embargo, las egipcias no son las únicas del mundo, ya que otras civilizaciones también realizaron estas magníficas obras. Una de ellas, a miles de kilómetros de distancia, es la civilización maya, que como recordarán en mis antiguos artículos, tenía un gran conocimiento del Universo. En varias de sus ciudades erigidas en Mesoamérica (y que posteriormente quedaron deshabitadas por causas aún desconocidas), realizaron pirámides escalonadas con observatorios en sus cimas. Una de sus curiosidades es que, la Pirámide de Kukulkan, que está en Chichen Itza, tiene 365 peldaños (el equivalente a los días del año), y si la miramos durante el atardecer del equinoccio, observaremos una sombra de serpiente (¿Quetzalquatl??) bajando desde el templo de arriba.
Por su parte, los chinos no se quedan atrás, en plena Segunda Guerra Mundial, un aviador norteamericano descubrió que un cerro cercano a una localidad rural, era en realidad una enorme pirámide, la cual quedó escondida a Occidente, durante varias décadas, debido a que el gobierno comunista ordenó a los agricultores, sembrar encima a través de terraplenes. En Perú, los incas también ejecutaron este tipo de construcciones y en Japón se encontró una bajo el mar. Lo más reciente se descubrió en Bosnia en 1993 cuando en una aldea, un arqueólogo observó que los cerros aledaños tenían una perfecta forma piramidal, y al excavar en el sitio, halló varios peldaños de piedras que ascendían cerro arriba.
En todas estas construcciones (incluyendo también a las tailandesas, camboyanas y mesopotámicas), la disposición de las piedras es tan exacta que no cabe ningún alfiler dentro de ellas, y por si fuera poco, otra característica que se repite, es que en cada una de ellas, se encontró, enormes esferas de piedra, tal como en una de las películas de Indiana Jones. ¿Simple coincidencia?
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