El Ártico pasó por periodos sin hielo
y calor extremo, considerados hasta ahora imposibles, en los últimos
2,8 millones de años, reveló el pasado jueves un análisis de
sedimentos profundos hallados en Rusia realizado por científicos
internacionales...
El equipo dirigido por Martin Melles de
la Universidad de Colonia, Alemania, perforó un lago congelado
formado por el impacto de un meteorito en la península de Chukotka,
en el noreste de Siberia, y recogió el núcleo de sedimentos más
largo tomado de la parte terrestre del Ártico.
Debido a que el meteorito chocó contra
un área del Lago El'gygytgyn que no fue erosionada por glaciares, el
registro sedimentario se remonta casi 30 veces más atrás en el
tiempo que los núcleos de hielo de Groenlandia, que abarcan los
últimos 110.000 años.
El sedimento revela períodos de calor
extremo en la zona, que muestran que las regiones polares son mucho
más vulnerables a los cambios que lo que se pensaba anteriormente, y
que estos cambios son más difíciles de explicar que solamente por
los gases de efecto invernadero, indicó el estudio publicado en la
revista Science con fecha del 22 de junio.
Hace tiempo que los científicos saben
que el Ártico pasó por ciclos climáticos, pero esta investigación
muestra que algunas de estas fases cálidas fueron "excepcionales",
según el estudio.
Dos de esas "super etapas
interglaciares" ocurrieron hace unos 400.000 años y 1,1
millones de años, y los datos sugieren que entonces era
prácticamente imposible que la capa de hielo de Groenlandia
existiera en su forma actual.
¿Qué provocó estos cambios
extremos? La cuestión sigue siendo un misterio.
Dado que algunos de los cambios en el
Ártico reflejan las variaciones en la Antártida, descubiertas por
estudios anteriores, lo ocurrido en uno de los polos puede haber
tenido consecuencias en el otro, dijeron los investigadores.
Una posibilidad es que la reducción de
la capa de hielo en la Antártida haya generado una masa de agua de
fondo menos fría en el norte del Pacífico, lo que provocó aguas
cálidas superficiales, temperaturas más altas y más
precipitaciones.
Otra alternativa es que la reducción
de la capa de hielo de la Antártida haya causado un aumento global
del nivel del mar, llevando agua tibia al océano Ártico, según la
investigación.
Entre los coautores del estudio hay
expertos de la Universidad de Massachusetts (noreste) y de la
División Lejano Oriente de la Academia Rusa de Ciencias.
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